#3J: salimos a las calles para decir
#NiUnaMenos #HoyComoAyer
#ElEstadoEsResponsable
Hace un año, medio millón salíamos en diferentes puntos del país a repudiar la violencia contra las mujeres. La antesala de aquel 3 de junio multitudinario fue una serie de hechos que revelaron al Estado capitalista como fuente de la violencia contra las mujeres, carta fundamental para mantener a raya a una sociedad entera a la que se somete cotidianamente.
El 10 de mayo, la joven Chiara, de Rufino, Santa Fe, apareció muerta. Cursaba un embarazo. Su novio, un niño de su edad, confesó el asesinato. La madre y el padrastro, quienes participaron del macabro hecho, quedaron liberados dos meses después por la “justicia”. Al poco tiempo, hubo una pueblada en Monte Hermoso, por la aparición de Katherine. Después de una semana desaparecida, fue encontrada donde ya habían rastrillado. Años antes, el secretario de Seguridad de esa intendencia kirchnerista había sido desplazado de la Dirección de Investigaciones de General Pueyrredón por dejar escapar a un responsable del femicidio de Natalia Melman en Miramar. El ex secretario de Deportes de dicha intendencia estaba fugado, acusado de abusar de menores.
A través de las redes sociales se imponía la consigna de #NiUnaMenos para expresar el hastío con la sucesión de muertes y mutilaciones de mujeres.
Un año después
Este año, nuevamente miles de personas estaremos en las calles. Con enormes debates se han desarrollado reuniones en todas las provincias por la movilización. Las consignas son, en la Ciudad de Buenos Aires, #NiUnaMenos #ElEstadoEsResponsable, junto a otras consignas del movimiento mexicano como #VivasNosQueremos.
El aniversario del #NiUnaMenos nos recibe con ajuste, tarifazos, recortes presupuestarios, retracción de la asistencia a la mujer en todo el país, crecimiento del hambre y la desocupación, impulsados por el gobierno de Mauricio Macri y de los gobernadores. En el campo de la violencia hacia la mujer, el balance no puede ser más lapidario: los femicidios sacuden casi cotidianamente a la opinión pública, mientras que la declamada “preocupación” del Estado y sus gobiernos hacia la cuestión ha quedado en eso -o sea, en declamación. Hace un año, el gobierno y los partidos de Estado pretendían apartar a la cuestión del femicidio de los antagonismos sociales vigentes, reduciéndola a una supuesta cuestión “cultural”. Como si la propia “cultura” o la vida familiar pudieran apartarse de las condiciones materiales de existencia. Eximiendo al régimen social, al Estado y sus partidos de toda responsabilidad en los femicidios. Pero muy pronto, la “unidad nacional” que se pregonó en torno del 3J se reveló como una ficción: bajo los Kirchner primero y los Macri después, continúa el orden social y el aparato judicial y de represión que amparan la violencia hacia las mujeres. Durante los años del kirchnerismo, subió un 15% el embarazo entre niñas de 10 a 14 años, un indicador de las violaciones sistemáticas de niñas en nuestro país. Hoy, nos enteramos que Belén fue detenida –acusándola de homicidio por un aborto espontáneo, sin saber ella siquiera que estaba embarazada- violando la confidencialidad entre médico y paciente, y armándole una causa. Hace dos años supimos de la detención de otra piba pobre en Bariloche -Melisa- frente a un armado judicial muy similar.
Para las mujeres, leyes sin financiamiento, ni reglamentación ni aplicación; designación de jueces misóginos, jubilación de jueces justificadores de las violaciones de niños, como Sal Llargues y Piombo, trabajo precario, aborto clandestino, carestía y ajuste.
Movilización y lucha
En este cuadro, el nuevo 3J es un escenario de lucha. Un sector del movimiento que disparó el “Ni una menos” transita la cooptación política con el gobierno macrista, a través de observatorios y consejos asesores que luego se silencian para preservar sus puestos. Otra fracción pretende colgar esta lucha al carro del “volveremos” y de la defensa del kirchnerismo. La naranja telefónica que integra el Plenario de Trabajadoras, impulsa la organización de la mujer independiente del Estado, y en unidad con toda la clase trabajadora que enfrenta el ajuste.
Este 3 de junio tenemos que protagonizar otra enorme movilización, para denunciar el ajuste de Macri y de los gobernadores, los asesinatos de mujeres, la criminalización de las mujeres pobres como ocurre con Belén y tantas mujeres encarceladas, el aborto clandestino, la desatención sanitaria de la mujer, la explotación sexual, las redes de trata, la impunidad de los hijos del poder.
Reclamemos:
- Libertad Para Belén. Aborto legal, seguro y gratuito.
- Abajo todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres.
- Basta de ajuste, despidos, tarifazos y paritarias a la baja.
- 3 de junio, todas a las calles.
Las mujeres telefónicas también marchamos sumando nuestras reivindicaciones:
- Que el monto de las guarderías sea absorbido por las empresas y que también lo cobren los compañeros · Día femenino · Extensión de las licencias pagas por enfermedad familiar · Extensión de licencias pagas por maternidad y paternidad
- Extensión a 2 años de la hora de lactancia como recomienda la OMS · Licencia por violencia de género · Por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar (actualmente en 20.500 pesos). Paritarias sin tope e indexación por inflación. · Igualación de convenio de la fija con la móvil, por la jornada de 7 horas para trabajadores de las móviles · Basta de violencia y discriminación a las trabajadoras. · Hoy como ayer, el estado es responsable. ¡NI una menos!
AGRUPACIÓN CLASISTA NARANJA TELEFÓNICA
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